Cápsulas de Luz para Ascender a la 5D

EL DESPERTAR ESPIRITUAL: UN FENÓMENO EXPERIENCIAL EVOLUTIVO DE TRANSFORMACIÓN EXISTENCIAL

Autora: Norma Del Río / 28 de febrero del 2022

En el artículo anterior, donde comenzamos a hablar acerca del Despertar Espiritual y la Ascensión Planetaria a la 5D, básicamente exploramos estos dos fenómenos desde un enfoque cosmogónico y astronómico reconociendo la trascendencia de ese contexto cósmico y galáctico en el que hemos vivido enajenados como sociedad, aun cuando nuestro planeta ocupa un lugar espacial donde, además, recorre junto con la humanidad, un sendero celeste dentro de un sistema solar, así como dentro de la Vía Láctea, galaxia a la que pertenecemos.

Para comprender la magnitud del actual momento evolutivo que atraviesa la humanidad, es fundamental que te preocupes por reconocer cómo estos fenómenos están intrínsecamente ligados a los procesos cíclicos que experimenta la Tierra, así como el hecho de que dichos ciclos son parte de los elementos que movilizan la evolución en el Universo, impactando directamente en la evolución de la Conciencia humana.

Ampliar tu percepción de la realidad a partir de incorporar en tu bagaje cognitivo estos hechos cósmicos a los que estás programado para ignorar, te permitirá comenzar a configurar un pensamiento mucho más holístico, integrador y sobre todo sensato acerca de lo que en realidad sí es la existencia humana, realidad que por cierto irás descubriendo que ha permanecido intencionalmente oculta para la gran mayoría de los humanos.

Vamos entonces ahora a explorar cómo este evento cósmico conocido como despertar espiritual es experimentado para los humanos –aun cuando no sean conscientes de esto– como un fenómeno experiencial con profundas implicaciones de transformación existencial.

El Despertar Espiritual

Desde mi experiencia, el Despertar Espiritual para nosotros los humanos que hemos estado tan enajenados a la zona espiritual de la existencia, incluso como una característica que define a nuestra actual civilización, es sobre todo un fenómeno experiencial en donde la persona comienza a experimentar gradualmente un proceso de despertar y despabilación de su conciencia que, en la medida que trabaja conscientemente para avivarla, ésta se va expandiendo significativamente.

Una vez que se activa el proceso espiritual del despertar, primero se expande hacia la autoconsciencia, es decir, nos damos cuenta de cómo estamos, de cómo nos sentimos y si persistimos en el tiempo para colocar nuestra atención en los malestares emocionales que le acompañan, comenzaremos a generar un profundo y rotundo proceso de autoconocimiento y sanación, para posteriormente –en la medida que la persona logra sostener su voluntad para recorrer este camino– comenzaremos a tocar zonas más sutiles y elevadas de la realidad espiritual que, hasta el momento en que vivíamos en la enajenación de nosotros y de la calidad de nuestra existencia, jamás habíamos ni siquiera imaginado que existen.

¿Por qué se dice que la persona Despierta Espiritualmente?

En términos muy prácticos, se dice que la persona despierta espiritualmente porque experimenta un despertar de su consciencia al comenzar a colocar su punto de atención, en situaciones, áreas y temas de su existencia personal, así como en ciertas condiciones sociales y culturales en las que se ha configurado el Mundo, a partir de las manifestaciones y creaciones hechas por la humanidad hasta este momento; situaciones todas estas que antes jamás le habían interesado e incluso, tal vez, hasta las había desdeñado.

A este período de atención para examinar la vida, el mundo y la sociedad con propósitos de transformación le antecede un momento detonante que es temporal y su duración depende de cada persona.

Este momento detonante se manifiesta por algún evento aparentemente circunstancial que la persona experimenta como significativo por la carga emocional y existencial que representa para ésta y que, por lo regular, se manifiesta de manera dolorosa, aunque también hay casos en que puede ocurrir de forma gozosa, donde la persona al principio no es plenamente consciente de que está detonándose su proceso espiritual del despertar a través de este evento que ella percibe como circunstancia; la duración de lo que se percibe y se siente en dicho momento detonante puede durar días, semanas, meses, pero si no se preocupa por comprender y atisbar en su interior qué está produciendo este cambio anímico en su persona, más allá del acontecimiento que lo detona, puede durar incluso varios años manifestándose en un ir y venir entre los malestares emocionales y existenciales que acompañan a esta fase detonante.

Sin embargo, si la persona se atreve a cruzar esa zona de confort donde seguro ha permanecido años de su vida, y de la cual tal vez había estado huyendo, entonces comenzará a activar voluntariamente su proceso espiritual del despertar de su consciencia.

Cuando la persona ha logrado cruzar su zona de confort, ésta comienza a recorrer un arduo camino que iniciará con cuestionar todo lo que hay en su vida en la búsqueda de la sanación y transformación de sí misma, en donde con perseverancia y tenacidad descubrirá irremediablemente la zona y conexión espiritual de la existencia aprendiendo a vivir desde ahí, y en donde –si persiste en comprender y potenciarse en este suceso existencial– aprenderá a reconectar con esa zona olvidada de su Alma, introduciéndose además en esa segunda etapa evolutiva conocida como la Ascensión a la 5D.

El Despertar Espiritual es un proceso que se despliega en distintos momentos temporales

Como ya lo mencioné, este fenómeno evolutivo del despertar espiritual inicia por lo regular con sucesos o con un evento detonador que se caracteriza por ser intenso y muy significativo para la persona que lo experimenta. Tal evento puede ser experimentado como doloroso o como gozoso. Y está constituido o configurado por una serie de experiencias que salen del rango de lo cotidiano y que pueden vivenciarse en el espacio de lo familiar, lo laboral, lo social o en cualquiera de las relaciones que una persona establece; abarcan vivencias que se experimentan desde el rango de lo sensorial físico-psíquico, lo emocional y cognitivo hasta tocar profundamente lo existencial.

Este abanico de experiencias no cotidianas, se experimenta como un proceso que se despliega en distintos momentos temporales que inician con la activación del fenómeno para posteriormente transformarse en un aprendizaje experiencial y una trascendente transformación existencial.

Los tiempos de dicho proceso son relativos a cada persona en particular, de acuerdo a su condición singular, y a sus circunstancias personales, el cual puede durar desde meses o hasta años, y culmina con una interna sensación profunda y arraigada de certeza espiritual sobre el sentido de la existencia que te envuelve en una amorosa capa de energía sutil, la cual, se percibe sensorialmente como si se estuviera cubierto de una especie de protección divina que se siente cotidiana en tu vida, porque la duda acerca de la Realidad Espiritual que cobija la Existencia ya no tiene cabida en la psique ni en la experiencia de la persona que lo vive.

Una vez que culmina el proceso de Despertar Espiritual, la persona está lista para trazar y dar inicio a su ruta de trabajo ascensional hacia esa nueva frecuencia vibratoria pentadimensional, es decir, está preparada y, por tanto, en disposición plena para hacer el esfuerzo y trabajo interno indispensable para lograr reconfigurarse y alinearse con los armónicos de la elevada sutil frecuencia vibracional de quinta densidad.

El Despertar Espiritual como un fenómeno de carácter experiencial

Ahora revisemos qué significa la afirmación de que este suceso del despertar espiritual es también un “fenómeno experiencial” de manera que puedas distinguir las diferencias entre ambos significados que forman parte de este mismo suceso, enseguida, revisaremos qué es a lo que hace que este fenómeno termine siendo un proceso de transformación existencial.

Qué es un fenómeno

Cuando hablamos del concepto fenómeno, nos referimos a la manifestación de “algo”, un acontecimiento, un suceso que se hace presente a nuestra consciencia a través del registro de nuestros cinco sentidos y que aparece como un “hecho” que toma una forma objetiva a nuestra percepción.

Desde mi propia percepción, un fenómeno se caracteriza ante todo por ser un suceso, una actividad, un algo que es por naturaleza inmaterial, es decir, algo que se produce en la zona invisible de la naturaleza pero que claramente puede ser registrado y percibido por nuestros cinco sentidos para luego ser procesado por nuestra mente e intelecto como un hecho real.

La manera como logremos procesar dicho hecho o fenómeno, particularmente el fenómeno de nuestro Despertar Espiritual, dependerá absolutamente de nuestro bagaje cognitivo, de nuestra disposición mental para abrirnos a lo inédito y a las verdades insólitas a descubrir, así como de nuestra orientación y habilidad intelectual para asimilar y digerir lo nuevo.

Qué significa experiencial

Con la palabra experiencial me refiero a la contundente condición humana de la experiencia, entendida como el conjunto de circunstancias o acontecimientos vivenciados por la persona con su particular singularidad, y donde el intelecto no interviene para su validación, solo interviene como un instrumento para la compresión de lo que se experimenta.

Es decir, la experiencia es el conjunto de sucesos que se validan y son legítimos única y exclusivamente porque los registramos –con nuestro bagaje emocional– como nuestras vivencias; vivencias que son sólo de nuestra posesión y de nadie más, por tanto, eso que estamos experimentando sólo puede ser validado y aprobado como un hecho por nosotros y por nadie más.

Así pues, el fenómeno que hemos validado como real desde nuestra particular experiencia y, por tanto, desde nuestra singular percepción, es un hecho contundente aun cuando muy probablemente no pueda ser comprobado tangiblemente desde los parámetros dictados por la mátrix 3D que se presumen de objetivos y, por tanto, es básicamente imposible negarlo para nosotros mismos a pesar de que para los otros o para lo que el sistema oficializa como real no sea para nada válido eso que estamos experimentando. Y aquí es donde se complican las cosas para quienes están en su proceso inicial de despertar, pues dicho proceso solo puede ser aprobado y validado como real, por quien lo está experimentando.

¿Qué significa que el Despertar Espiritual es un fenómeno experiencial?

Ahora traslademos estos dos conceptos que acabamos de revisar a nuestro tema sobre el Despertar Espiritual.

Nos referimos al evento del Despertar Espiritual como un fenómeno experiencial, porque estamos diciendo que, este suceso, cuando se activa en una persona, se percibe como “algo existencial” o cómo un estado del ser, que no ha sido cotidiano hasta ese momento y que de repente se comienza a vivenciar de forma natural, es decir, de forma orgánica, sin que la persona haya hecho algo intencional y externo a sí misma para que le suceda.

Sucede de repente, con un evento externo que lo activa, y se vivencia como un conjunto de sucesos sensoriales, de estados emocionales y psíquicos que son experimentados de manera físico- corpórea, de manera emocional y psicológica, pero sobre todo de forma existencial, donde se intensifican aspectos emocionales y existenciales de la experiencia, así como vivencias que se experimentan de forma sensorialmente energética y espiritual.

Este conjunto de sucesos experienciales es vivenciado por la persona de forma consciente, subconsciente e incluso algunos de forma inconsciente. En un primer momento, los sucesos que son experimentados de forma consciente, son percibidos claramente con los cinco sentidos, y en posteriores etapas, el rango de percepción se incrementa hasta ir tomando consciencia gradualmente de los sucesos subconscientes e inconscientes, de tal manera que incluso comienzan a activarse otros sentidos sensoriales de tipo energético y espiritual que no son necesariamente registrados por los sentidos físicos.

Es fundamental comprender que, la naturaleza experiencial de tal fenómeno, se sostiene justo en el conjunto de vivencias que estamos experimentando no solo en carne propia, sino además con todos los componentes de nuestra psique, es decir, con todas nuestras sensaciones corporales, con nuestras sensaciones emocionales, con la toma de consciencia de los conflictos internos que se gestan en nuestro sistema de creencias, y con la toma de consciencia de nuestros dolores existenciales que habían sido ignorados por voluntad o por inconsciencia antes de este momento.

Este conjunto de conflictos y dolores existenciales que son muy característicos de las primeras etapas de este proceso de despertar espiritual, se activan como detonadores de la conciencia que tienen el propósito de ampliar nuestro rango de percepción, es decir, comenzamos a darnos cuenta de otras verdades y realidades incómodas sobre nuestra vida, sobre quién hemos sido, sobre la manera en que nos hemos conducido y actuado hasta ese momento, y que antes habíamos ignorado por decisión o por inconsciencia pero que ahora se hacen tan evidentes e incluso “tan molestos”, al grado de que en ocasiones se viven como insoportables, de tal forma que ya nos es imposible negarlas, evadirlas o ignorarlas a voluntad.

De ahí que una parte de las etapas del proceso de despertar espiritualmente, sea el tomar la firma decisión de resolver todas esas contradicciones e incoherencias, así como poner orden a nuestras incongruencias y dolores existenciales con los que antes convivíamos sin “mayor problema” y que ahora, comenzaremos a hacer conscientes sobre nuestra vida, particularmente en el área de nuestros valores, nuestras conductas y actitudes, así como sobre nuestras ideas y creencias. 

Cabe mencionar que lo que hace que identifiquemos estos sucesos como parte del contenido de nuestro despertar espiritual, es el hecho de que ese “algo existencial o estado raro que se experimenta” no había sido vivenciado antes, no era parte de nuestra cotidianidad, y que, poco a poco, en la medida que se avanza en la naturaleza del proceso, se convierte en parte irremediable de nuestra vida cotidiana.

El proceso de Despertar Espiritual conforme avanza se transforma en un aprendizaje experiencial

Un punto más en esta definición que me parece indispensable que asimiles es que, con el término experiencial quiero decir que, el proceso de despertar espiritual conforme va avanzando en sus etapas, se torna en un proceso de aprendizaje experiencial, lo que significa que se caracteriza por el hecho de que el conocimiento que se adquiere, se crea a través de la transformación provocada por la misma experiencia vivida a través de este fenómeno evolutivo, en donde dicho proceso, es primordialmente estimulado por un continuo de vivencias que están en constante movimiento, y en donde la persona comienza a fijar su atención por largos periodos de su tiempo cotidiano, así pues, el proceso de aprendizaje experiencial se define y se genera a través de la reflexión y discernimiento cotidiano sobre el saber, el ser y el hacer acerca de la existencia misma.

Es decir, aprendes a ser espiritual conforme vas sabiendo hacer para avanzar en tu nueva existencia, y avanzas siendo espiritual conforme vas aprendiendo a discernir tu propia ruta existencial.

En otras palabras, la mente racional pasa a un segundo plano para ocupar su lugar de instrumento y/o herramienta para el discernimiento y la reflexión, de tal manera que el eje del aprendizaje está en la disposición para sentir plenamente a las experiencias vivenciadas, y es a partir de esta apertura al sentir lo que se experimenta en el momento presente, que se da el nuevo conocimiento que está implícito tanto en el proceso de despertar espiritualmente como en el proceso de trabajo ascensional.

El Despertar Espiritual es un suceso ante todo profundamente existencial

Una vez que hemos hablado del carácter experiencial de este fenómeno evolutivo vamos a explorar brevemente porque esta experiencia del despertar espiritual es en sí misma un suceso de profunda transformación existencial.

¿Qué significa esto? que dicho fenómeno una vez que la persona ha decidido activarlo para vivenciarlo, es decir, el proceso de inicio a fin, se caracteriza en el hecho de que ésta experimenta profundos cuestionamientos que gradualmente se convierten en el centro de su atención y de su cotidianidad, los cuales giran alrededor de las creencias, razones y juicios que, hasta ese momento, han motivado sus decisiones, sus acciones y sus relaciones en las distintas áreas de la vida.

De esta manera, quienes nos disponemos a vivir la aventura espiritual del despertar de nuestra consciencia, cuestionamos cuáles han sido esas cosas, esas situaciones o condiciones, así como las motivaciones que han regido y han dado forma a lo que percibimos como la realidad de nuestra existencia; examinamos si estas han sido significativas, si es así, queremos descubrir qué hace que sea tan significativo eso que sentimos como tal o qué es lo que le ha restado importancia y significado; revisamos nuestras creencias más arraigadas confrontando si realmente tienen o no validez para nuestro bienestar, nos interesa saber de dónde vienen, de quién las aprendimos, qué hizo que esas creencias moldearan nuestra percepción o por qué fue que permitimos que se incrustaran en nuestra psique, para qué las elegimos como referentes, qué dice eso de nosotros como personas, como humanos.

En fin, nos hacemos preguntas que en la mayoría de las veces requieren de un profundo trabajo de instrospección para comprender esos estados anímicos comunes que nos han acompañado a lo largo de la historia de nuestra vida, nos hacemos preguntas también para fomentar la autorreflexión acerca de nuestros actos y conductas, particularmente sobre aquellos que hemos decidido reactivamente desde una absoluta inconsciencia de lo que hacíamos, buscamos respuestas sobre lo que ha motivado a perpetuar esas acciones y hábitos arraigados en las conductas de nuestra vida cotidiana, sobre todo cuando vamos descubriendo que estás suelen dañarnos más que beneficiarnos.

Este es un periodo muy serio, lleno de tal profundidad que nos va introduciendo a un estadío de absoluta intimidad con nosotras mismas.

Tal y como lo indica el término existencial, esta etapa evolutiva de naturaleza espiritual trata sobre la revisión recóndita de nuestra existencia, de encontrar respuestas sobre los porqués y los paraqués de la vida que hemos llevado hasta este momento y que tal vez nunca nos habíamos planteado buscar para encontrarlos, para reconocerlos con el propósito de comprendernos,  para entenderlos buscando evaluar su grado de eficiencia en la generación de un auténtico bienestar que se caracterice por un estado del ser de continua serenidad y felicidad, y para conocer con mayor nitidez quiénes somos, quiénes hemos sido y quiénes deseamos ser.

Así que, básicamente una vez que te zambulles de lleno en este profundo e íntimo proceso de autodescubrimiento es imposible evitar la transformación de todo eso que hasta ese presente reconocemos como nuestra existencia.

El cambio es inevitable pues esta revisión exhaustiva de todos los recovecos de nuestra historia personal que configuran nuestra vida, nos aportan irremediablemente nuevos referentes, muchos de los cuales son inéditos, lo que nos permite ahora reconfigurar nuestra persona, nuestra presencia en el Mundo, nuestra existencia como humanos, pero ahora desde ese magnificente estado del ser espiritual que, antes de este momento existencial no habíamos siquiera imaginado que podíamos generar para nosotras mismas.

Después de esta placentera reflexión que al menos yo he disfrutado mucho y deseando que también sea un disfrute para ti, te invito a que estés atenta/o a nuestros siguientes artículos donde seguiremos explorando condiciones muy particulares de esta hermosa aventura evolutiva que estamos reconociendo como el despertar espiritual y la Ascensión hacia esa sutil y elevada frecuencia de quinta dimensión. En el siguiente artículo revisaremos las Etapas del Despertar Espiritual que particularmente distingo como parte del proceso previo al trabajo ascensional hacia la 5D. ¡No te lo pierdas! Bendiciones para Ti.

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Resumen
Service Type
Despertar Espiritual l Terapia Espiritual
Provider Name
Soy Anormal, Escuela de Salud Emocional para el Despertar Espiritual,Celaya,
Area
Videollamada
Descripción
Una terapia enfocada en regresar la soberanía y la toma de decisiones en las personas.

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