Cápsulas de Luz para Ascender a la 5D

LA ASCENSIÓN A LA 5D: UN RETO TITÁNICO PARA LOS HUMANOS

Autora: Norma Del Río / 16 de abril del 2022

En este momento del inicio de la Era de Acuario, configuración astrológica que nos remarca el proceso de arraigo de la nueva energía 5D en la Tierra, tal vez el desafío más importante que es necesario afrontar si eres de ese grupo de humanos que han tomado la decisión consciente de trabajar en su despertar espiritual, sea lograr que tu enajenada y confundida mente, tenga una idea nítida y clara, acerca de lo que realmente significa para tu vida cotidiana y la totalidad de tu existencia, este proceso de Ascensión hacia esa forma de consciencia de quinta dimensión que ya se despliega en el Planeta.  

¿Por qué es difícil forjar una ruta sostenida y eficiente hacia la Ascensión a la 5D como Humanos?

La comprensión sobre lo que realmente significa ascender o en palabras más sencillas, alinearse a esta nueva energía 5D, no está siendo fácil para un buen número de humanos, incluso en aquellos que ya han recorrido una parte de ese sendero previo a la ascensión que es el despertar espiritual. Así que, un reto titánico nos espera como colectivo humano para asimilar cognitivamente lo que significa no solo en términos espirituales el proceso de ascensión y, por tanto, para sostener colectivamente o como una gran unidad de consciencias despiertas, una ruta sostenida y eficiente hacia esta inédita ruta, es decir, la tarea colosal se trata de cómo lograr hacer operativo al menos algunos de los atributos indispensables que es necesario desarrollar cuando se trata de alinearse a una energía tan desconocida para los humanos como lo es la famosa 5D.

Forjar una ruta sostenida y eficiente hacia ese proceso de Ascensión a esta nueva consciencia 5D que ya comienza a emerger en el colectivo humano y que, además, es tarea rigurosamente individual, es un reto titánico en muchos sentidos para aquellos humanos que siguen esperando instrucciones ajenas a sí mismos, para lograr tal hazaña.

Más difícil se torna dicha hazaña, en ese grupo de humanos que creen que la ascensión planetaria consiste en esperar que algo espectacular suceda en los cielos o que tal vez nuestros Hermanos Galácticos vengan a salvarnos del caos que en este momento, no es más que el reflejo de la confusión que tienen los humanos, así como de la clara enajenación en la que una gran mayoría de humanos dormidos, se ha sumergido al ignorar el sentido profundamente espiritual que se contiene en todos los acontecimientos que hoy estamos viviendo toda la comunidad humana del planeta. 

Los humanos nos resistimos contundentemente a crecer para convertirnos en adultos

La mayoría de los humanos, sigue observando lo que hoy sucede en el mundo con ojos tridimensionales, su mente no ha logrado soltar esas viciadas explicaciones mátrix 3D que provienen de esa limitada e incoherente lógica tridimensional tan característica de nuestras culturas y de nuestras sociedades. Y es de comprenderse, después de todo han sido miles de años los que hemos estado tan habituados a creer que toda explicación acerca de la realidad, debe venir forzosamente de lo que en cada momento histórico hemos reconocido como autoridades; y a quienes por cierto, les hemos otorgado todo el poder de nuestras decisiones a cambio de una supuesta protección que hoy en día es más claro que nunca, que no la hemos tenido.

Hemos dado el nombre de reyes, imperios, iglesias, sacerdotes, religiones, papas, política, gobiernos, presidentes, medios de comunicación, ciencia, academia y más, a todas esas figuras e instituciones que reconocemos como los dueños de nuestra autoridad, y por ende, de nuestros propios criterios. No sabemos ni queremos pensar por nosotros mismos ni queremos detenernos a reflexionar acerca de lo que nos acontece en el día a día más allá de nuestras obligaciones y deberes que provienen de nuestra empecinada forma de ver la realidad en modo de sobrevivencia.

Para poder ser conscientes de las formas en que se pueden crear nuevas realidades inéditas, carentes de limitaciones, de escases, de penurias y sufrimiento, primero es indispensable salir de esas viejas formas y programaciones de percibir la existencia, donde todo gira alrededor de nuestras necesidades de sobrevivencia, donde creemos que la vida se pone loca para complicarnos la existencia.

Trabajar para comer y para consumir todo eso que nos han dicho que provee seguridad, estudiar para ser alguien en la vida o para ganar dinero suficiente que, de nuevo, me permita comer y  consumir todo eso que me han dicho que es tener seguridad; son las narrativas que nos repetimos constantemente como loros o peor aún, como contestadoras programadas para justificar nuestra enajenación del sentido espiritual de nuestra existencia.

No podemos ni queremos ver más allá de esta forma tan arraigada de creer lo que supuestamente es la vida, ni queremos y nos resistimos a ampliar nuestra percepción de la realidad cerrándonos con necedad a asimilar nuevos conocimientos; después de todo asumir el reto de tal hazaña de crecimiento, implica renunciar a esa aletargada etapa infantil de nuestra consciencia que nos resistimos a soltar.

En pocas palabras nos resistimos contundentemente a crecer, a convertirnos en adultos responsables de nuestras decisiones.

La humanidad es una masa de infantes aterrados con la vida

Somos infantes aterrados por desarrollarse, nos asusta la aventura de descubrir por nosotros mismos las verdades de la existencia, nos da terror ejercer nuestra soberanía, y salir del control de papá y mamá para aprender a experimentar por nosotros mismos, desde nuestra oxidada percepción, ¡el extraordinario evento que es la vida!, así como la asombrosa hazaña de descubrir quiénes somos en realidad. Seguimos siendo la extensión de lo que papi y mami quieren de nosotros a costa de descubrir nuestra autentica divinidad, que por cierto, ni creemos en ella.

Detener nuestras vidas, y comenzar a meditar acerca de lo que realmente significa existir, implicaría justo eso, detenernos a hacernos responsables de nuestras limitadas creencias aprendidas que en su mayoría son una distorsión de la realidad.

Dar un alto a nuestra automatizada vida, implicaría observar nuestra ridícula obediencia hacia figuras autoritarias que en lugar de orientarnos para crecer nutriciamente en plena libertad, nos usan para perpetuarse en el poder arrebatando astutamente el nuestro; detener nuestras vidas nos forzaría a confrontarnos en nuestra insistente actitud de infantes desvalidos, la cual, ha sido sagazmente instalada en nuestra controlada y programada mente con una serie de astutas artimañas emocionales que ya no sabemos distinguir.

Y por ende, dar un alto a nuestras vidas para parar esa frenética e inconsciente actitud de lucha por la sobrevivencia, nos obligaría a comenzar a crecer construyéndonos primero como individuos soberanos, para después reconocernos como hermanos integrantes de la gran familia humana.

Dos grandes acciones que sin duda alguna, cuando seamos capaces de ejecutarlas, nos permitirá convertirnos en esa sociedad espiritualmente adulta que, una vez que haya dedicado el tiempo suficiente para sanar las heridas y las secuelas que nuestra alma alberga por el impacto de esta vieja energía de la mátrix 3D, sea capaz de hacerse responsable de todas esas conductas y actitudes cotidianas que, colectiva e individualmente, nos han impedido crear por nosotros mismos, en armonía y como hermanos, el mundo que hace mucho tiempo soñamos y deseamos.

Y mientras tanto nos comportamos como una masa de infantes aterrados, nos desplegamos por el mundo que hemos creado en cuerpos de adultos, pero con psiques claramente infantilizadas que huyen de la responsabilidad que implica limpiar su propio desorden.

La falacia de la protección paterna-materna

Seguimos insistiendo en que papá gobierno y mamá iglesia nos den todas las instrucciones acerca de lo que debemos hacer para vivir con obediencia la existencia y con esto, si nos favorece la suerte, esperar el favor de dios. Desde luego que sólo nos sentimos favorecidos, seamos honestos, cuando el dinero no escasea en nuestra casa, y cuando podemos consumir, repito, todo eso que nos han dicho que nos provee seguridad y estatus.

Aunque para ser honesta, hay humanos tan atrapados en la ilusión de la mátrix 3D que incluso todavía suelen creer firmemente que el consumo ininterrumpido de bienes materiales es la ruta más certera a la felicidad.

Así de ignorantes sobre la naturaleza espiritual de la existencia nos hemos configurado hoy en día, al entregar todo el poder de nuestro discernimiento y el derecho a crear nuestras propias reglas en absoluta soberanía a esas figuras e instituciones que vivimos como autoridades.

Nos cuesta trabajo aceptar que papá gobierno y mamá iglesia no nos amán, nos resistimos a reconocer que nos usan como objetos e insumos para mantener los beneficios y privilegios que nosotros mismos como colectivo les hemos sostenido durante eones, otorgándoselos con nuestros silencios y nuestra obediencia incondicional; nos negamos rotundamente a examinar los engaños que nos siguen contando acerca de lo frágil que es la vida y lo cruel que puede ser la existencia, así como a detenernos a meditar las incoherentes ideas sobre lo determinada e inamovible que, según es la realidad, al estar ésta sometida a la caprichosa voluntad de un dios que es más cruel que bondadoso.

Y en esta persistente resistencia a ver con nuestros propios ojos tan dolorosa experiencia de desamor, entregamos nuestros criterios, negando nuestras particulares percepciones, bloqueando nuestras intuiciones y nuestra habilidad para discernir, todo por sostener una ilusa imagen de protección –que está muy alejada de ser amor– en esa endeble promesa constantemente rota, donde le apostamos de nuevo a papá gobierno y mamá iglesia, cuando nos dicen que están presentes para protegernos, y que todo lo que hacen, por muy terrible que se sienta, es siempre por nuestro bienestar. ¡Qué ilusos insistimos en comportarnos, al creer una y otra vez en esta falacia tan desgastada!

Los costos de una infancia abusiva no resuelta

La terca actitud en la que persiste la gran mayoría del colectivo humano, por sostener la absurda ilusión de que  aún recibimos protección por parte de papá gobierno y mamá iglesia, se sostiene en nuestra radical ausencia de amor hacia nosotros mismos; no sabemos amarnos, nadie nos lo ha enseñado.

Se nos has tratado a la mayoría de humanos con desdeño, con violencia, con abuso sistemático desde nuestra tierna infancia, y por esto, no podemos confiar en lo que nuestro sentido común nos diría si pudiéramos escucharlo; después de todo para eso están papá gobierno y mamá iglesia, para darnos instrucciones forzadas y reglas impuestas acerca de lo que es correcto ser o no ser, de lo que nos hace daño o no, de lo que nos conviene o no, de lo que es peligroso, de lo que nos puede destruir si no obedecemos.

Sencillamente, hemos sido tratados por milenios como infantes eternamente desvalidos sin posibilidades de crecer ni evolucionar en consciencia.

Ya no somos capaces de observar y percibir las manipulaciones y chantajes, que papá gobierno y mamá iglesia constantemente elaboran para controlarnos y evitar que seamos adultos, capaces de manejar nuestra propia vida. Somos ciegos a sus mentiras y difamaciones que intencionalmente trazan para pelearnos entre hermanos.

Astutamente nos han programado para creer y reproducir como colectivo, a ese miedo irracional que carece de lógica espiritual, hacia las supuestas desaforadas fuerzas de la vida; nos han enseñado a alimentar ese miedo, con amenazas sagazmente diseñadas sobre las consecuencias que tiene la desobediencia a las reglas que, con distorsiones nos imponen, alegando siempre que son por nuestro bien.

Desde luego que la programación mediática es una estrategia clave para que el colectivo humano responda con obediencia incondicional, pues son los medios de comunicación oficiales, los responsables de convertir las amenazas astutamente armadas por nuestros tutores en noticias alarmantes que además se presumen como las únicas portadoras de la verdad y que son distribuidas al colectivo humano dormido, bajo un discurso finamente distorsionado que pretende convencernos de que son medidas de prevención. 

Son los medios de comunicación, los hijos e hijas predilectos que papá gobierno y mamá iglesia han logrado mantener como aliados para  encargarse de someter al resto de la familia humana que en su mayoría son los hijos menores aún dormidos; lo han hecho con manipuladas advertencias de miedo para hacerlos creer que la desobediencia, es la conducta que los coloca en alto riesgo con la furia de la existencia. Estas son las maniobras emocionales que en nuestras narices realizan cotidianamente nuestros abusivos progenitores -gobierno e iglesia- para mantenernos bajo el control de sus caprichos.

Los humanos nos comportamos como infantes desvalidos

Aceptamos sus constantes incongruencias, su trato desigual y el confinamiento de nuestros derechos cada vez que nos amenazan con alguna catástrofe donde la furia de la vida, según papi y mami, nos puede impactar por no seguir sus órdenes, las cuales desde luego y a pesar de su incoherencia, seguimos aceptando bajo el engañoso discurso de que es por nuestro bien.

Tenemos en nuestras narices las evidencias del dañino empecinamiento de papá gobierno y mamá iglesia por mantener el control total de nuestra existencia en todas las áreas de nuestras vidas, e incluso todavía nos adolecemos de todos los golpes recibidos por estos, y aun así nos resistimos a crecer; no queremos rebelarnos a pesar de las ya incontables experiencias de traición que hemos experimentado de tales figuras que vivimos como progenitores: gobiernos e iglesias.

Esta clara actitud de infantes desvalidos que la mayoría del colectivo humano persiste en mantener, es una de las decenas de razones por la cuales es hoy tan difícil de comprender lo que significa recorrer la ruta excelsa de la ascensión de la humanidad.

Sí querido humano, como seguramente ya lo dedujiste, Ascender es crecer como Adulto Galáctico renunciando a seguir perpetuando esa cruel infancia que ha mermado en mucho la divinidad de tu humanidad

Porque, no serás capaz de seguir engañándote con el discurso de que hemos vivido una tierna infancia bajo el cuidado de estos dos progenitores que ya he mencionado y que, por cierto, nosotros mismos elegimos, para evitar la necesaria metamorfosis que debes realizar para transitar hacia la etapa Adulta de tu evolución como Humano Galáctico.

Creéme, en esta ocasión, nadie vendrá a salvarte, ni siquiera ese dios tan grotesco en el que te han hecho creer; no importa cuánto reces, si deseas que tu vida realmente mejore y se convierta en una constante dicha, lo cual sí es posible; si deseas vivir de forma ininterrumpida la extraordinaria experiencia de sentirte literalmente cobijado tiernamente por esa hermosa y amorosa nueva energía espiritual que se experimenta en la densidad 5D, tendrás que aprender a soltar tu actitud persistente de infante desvalido.

No puedes seguir insistiendo en sostener tu programa de creencias donde siempre eres víctima de ese despiadado destino que se desquita contigo por tus karmas o tus pecados, o tal vez seas de esos que cree que el sistema social es el culpable de todo lo que te sucede; honestamente da igual el alegato que te dices para justificar tu resistencia para hacerte cargo de ti y de tu existencia.

Sea cual sea tu justificación para evitar el inevitable proceso de mutación que significa convertirse en Adulto Galáctico, lo importante que realmente necesitas asimilar, es el hecho de que todas esas justificaciones son solo programas mátrix insertados intencionalmente en tu mente para que te experimentes justo así, como un eterno infante desvalido carente de poder, incapaz de cruzar el umbral del dolor que conlleva toda transformación y metamorfosis evolutiva; dolor que siendo muy sincera es inevitable, pero que si te decides a procesar te ayudará a forjar gradualmente una ruta sostenida y eficiente hacia la Ascensión a la 5D.

No te asustes por favor ante esta verdad acerca de que deberás aprender a procesar los dolores que acompañan el desmantelamiento de tu pensamiento y de tus creencias mátrix tridimensionales, este dolor, por paradójico que se escuche, lo cual, si lo es, tiene la peculiar característica espiritual de ser un dolor plenamente nutricio y sanador pues, en la medida que lo procesas, te reconecta irremediablemente con tu Alma.

El Principio de Correspondencia claramente manifestado

Cómo es arriba es abajo, cómo es adentro es afuera, es lo que nos dice el Principio de Correspondencia que es una de las Siete Leyes del Universo contenidas en el conocido libro del Kybalión, el cual es un documento elaborado en el año de 1908 que resume las enseñanzas conocidas como hermetismo, las cuales se atribuyen al filósofo egipcio Hermes Trimegisto.

Lo que nos muestra esta Ley del Universo es que siempre somos el reflejo de nuestro ambiente, la naturaleza humana es el reflejo de la naturaleza del Cosmos y el desorden social presente es el reflejo del desorden psíquico humano actual.

Así pues, nuestra naturaleza como seres humanos es el reflejo de los elementos de ese ambiente donde hemos crecido y que nos han configurado. Y simultáneamente, somos reflejo del Cosmos que es el ambiente a su vez donde nuestro Planeta, el hogar que habitamos, es contenido por el Universo además de ser el camino celeste por donde navegamos en el interior de Gaia.

Una vez explicado este principio, ahora podrás darte cuenta que, sí eres efectivamente como humano el reflejo de nuestro ambiente. La mayoría de los humanos que están en edad biológica adulta, provienen de una familia consanguínea con padres y madres que se han comportado como estos progenitores públicos que controlan nuestras decisiones como colectivo humano.

Muchos de nosotros vivimos los estragos mentales y aún lidiamos con las secuelas emocionales de haber tenido una infancia con padres ausentes, abusivos, autoritarios y violentos que más que aprender a amarlos aprendimos a temerlos y a resistir a sus maltratos sistemáticos.

Muchos de nosotros aún trabajamos en sanar las heridas que esas madres sumisas y/o controladoras nos imputaron a golpes físicos y emocionales para obedecer sin chistar lo que sus intereses en estatus exigían a cambio de sus necesidades enmudecidas por el patriarcado. Lo mismo sucede con las heridas de esos padres ausentes y violentos que a golpes y autoritarismo impusieron sus injustas normas para tener el control de un hogar con el que jamás tuvieron la intención de intimar ni se preocuparon por conocer a sus miembros.

Venimos de fallidos hogares donde fuimos castigados por expresar nuestras singulares ideas, donde fuimos ridiculizados o agredidos al comunicar nuestras particulares formas de percibir la existencia, donde fuimos despreciados por rebelarnos desde pequeños al trato injusto y abusivo de nuestros lastimados progenitores.

No fuimos amados, fuimos usados para perpetuar estas formas verticales de control donde nuestra autoestima nunca logró dar sus frutos, sencillamente porque no fue sembrada su semilla.

Así pues, ante esta dolorosa verdad sobre esta historia de desamor hacia la humanidad, no debe extrañarnos que nos den el trato que nos dan esos a quienes hemos entregado nuestro poder de pensar y decidir por nosotros mismos, al reconocerlos como autoridades que deciden, sin más ni menos, el porvenir de nuestra vida y de la existencia humana en el Planeta.

El principio de correspondencia que acabamos de revisar, se manifiesta claramente en el fenómeno que se despliega con esas figuras y personajes que hoy gobiernan nuestras decisiones y que expropian nuestros derechos, pues estas son solo el reflejo de lo que sucede con quienes son progenitores al interior de nuestros hogares de crianza; después de todo es el mismo modelo de trato cruel y deshumanizador que se ha impuesto y heredado por milenios en las sociedades humanas que hoy registra nuestra historia.

Y así mismo, nuestros hogares de crianza, no son más que el reflejo de la situación en que se encuentra nuestra olvidada alma, ese personal hogar interior donde nos habitamos, donde reside nuestro Espíritu y del cual, hoy en día ya ni siquiera reconocemos.

Como puedes darte cuenta, una vez que hemos expuesto esta reveladora situación sobre la preocupante dificultad que, la mayoría del colectivo humano experimenta para soltar su arraigada actitud de infante desvalido, ya no es tan difícil comenzar a comprender por qué es difícil forjar –en este momento de transición hacia la nueva energía espiritual de la 5D– una ruta sostenida y eficiente hacia la Ascensión como humanos.

Si has terminado esta lectura preguntándote, ¿qué podemos hacer?, te invito entonces a que no te pierdas nuestro siguientes artículos, nos encantará seguir compartiendo contigo más acerca de esos contenidos y verdades que es necesario meditar si ya has decidido activar tu propio proceso de despertar espiritual.

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