Astrología y Espiritualidad

EGOTITIS, Una de las sombras del Astrólogo, P1

Cuando compartimos conocimiento con otros, es fundamental estar atentos a no caer en la trampa del ego o en una sensación de superioridad moral, algo que la mente racional puede alimentar sin que nos demos cuenta de ello.

En el mundo de la astrología, esta actitud se manifiesta cuando el conocimiento astrológico que se comparte entre colegas o con el cliente se usa como un medio para invalidar las experiencias ajenas, imponer verdades absolutas o desacreditar otras perspectivas. Esto puede verse cuando la persona que ejerce como astrólogo utiliza  etiquetas rígidas, comentarios despectivos y una postura de «yo sé más», que termina alejando el uso de la astrología de su propósito original: la comprensión del mundo interior del cliente y su evolución, es decir, lo que llamamos técnicamente “herramienta de autoconocimiento”.

La egotitis, una de las sombras del astrólogo, es la tendencia de usar la Astrología, como un medio para alimentar la vanidad personal en lugar de una herramienta de servicio para el autoconocimiento. Se manifiesta cuando el ego domina la práctica, generando actitudes de superioridad, discursos rígidos y una necesidad de imponer interpretaciones llenas de sensacionalismos, determinismos y/o fatalismos. Suele suceder que esta persona que se percibe como “Astrólogo” no se encuentra en apertura al diálogo o a la evolución del conocimiento que posee, siendo una de sus características más evidentes, una constante actitud de jactancia que se manifiesta de diversas maneras, que van a las más obvias hasta las sutiles.

Una persona que se percibe como “Astrólogo” y con egotitis, cree tener la verdad absoluta, usa su conocimiento para juzgar en lugar de guiar y prioriza su estatus y vanidad personal sobre el bienestar del consultante. En lugar de ofrecer y facilitar el proceso de autoconciencia en el consultante, perpetúa etiquetas, dogmas y predicciones deterministas que refuerzan una autoridad mal entendida de teñidura patriarcal, priorizando una conducta de sabiondo, en lugar del crecimiento personal del otro.

La egotitis, se puede manifestar de la siguiente manera:

  • Uso de la astrología para demostrar su superioridad intelectual, moral o pseudoespiritual.
  • Interpretaciones cerradas, fatalistas, sin sustento o inflexibles.
  • Desprecio por otros enfoques astrológicos que no concuerdan con el suyo.
  • Falta de humildad para reconocer que el astrólogo también está en proceso de aprendizaje.
  • Uso de la astrología para justificar juicios personales sobre los consultantes.
  • Necesidad de tener siempre la razón, sin aceptar cuestionamientos.

De acuerdo a mi experiencia, la egotitis se manifiesta mediante expresiones nocivas que refuerzan una visión separatista y determinista en el conocimiento astrológico, siendo que la Astrología es una disciplina holística por lo que, no puede reforzar este tipo de percepciones.

Algunos ejemplos de discursos o expresiones nocivas que refuerzan esto, son los siguientes:

  • Estereotipos de género: Los estereotipos de género es la manera en que el sistema nos  ha programado, a través de roles y atributos inflexibles para reforzar el determinismo y la separación entre hombres y mujeres.

Por ejemplo: “Las mujeres con Marte en Aries son agresivas y conflictivas, por eso suelen tener problemas en sus relaciones”, «Los hombres con Venus en Piscis son débiles y manipulables en el amor», -ejemplos de discursos que refuerzan y alimentan estereotipos de género en la interpretación astrológica  y menosprecian cualidades emocionales-,

  • Dogmas: Creencias rígidas e incuestionables que limitan la evolución y flexibilidad del conocimiento astrológico, imponiendo una única verdad como válida. 

Por ejemplo: “Si no sigues la astrología tradicional, no estás haciendo astrología real”, -ejemplo de discurso que alimenta este enfoque dogmático y  además limita la evolución y riqueza de la astrología-,

  • Determinismo: Enfoque que asume que las posiciones planetarias dictan el destino de una persona de forma inmutable, sin considerar su libre albedrío, su crecimiento ni su capacidad de evolución.

Por ejemplo: Tienes a Neptuno en la casa 2, así que seguro eres una persona irresponsable con el dinero y vives en la fantasía, -ejemplo de discurso que determina y encasilla al consultante en un rasgo negativo sin darle herramientas para su desarrollo-,

  • Pensamiento dual: Visión reduccionista que clasifica los aspectos astrológicos en «buenos» o «malos», es decir, implica ver solo dos extremos de estos, sin considerar toda su complejidad y los diversos matices.

Por ejemplo: El mejor signo para tener la Luna es Tauro. Si tienes la Luna en Escorpio, tu vida emocional está condenada al sufrimiento, -ejemplo de discurso que generaliza y promueve la idea de que algunas posiciones son «buenas» y otras «malas»-,

  • Actitud intelectualoide: Se refiere a esta tendencia de ciertos astrólogos a menospreciar a quienes están comenzando en el estudio de la astrología, adoptando una postura de superioridad basada en la experiencia o el conocimiento adquirido.

Por ejemplo: No cualquiera puede entender la astrología como yo la entiendo. Hay niveles en esto y la mayoría de la gente no está lista para este conocimiento, ejemplo de discurso que fomenta la idea de que la astrología es solo para una élite intelectual, cuando en realidad es una herramienta accesible-,

  • Mecanizado: Se refiere a aplicar juicios preestablecidos basados únicamente en los signos zodiacales, sin tener en cuenta la complejidad de la carta natal completa. Este enfoque mecanicista simplifica el conocimiento de la astrología, despojándola de su verdadera capacidad para explorar lo individualidad y las experiencias emocionales del consultante.

Por ejemplo: No me sorprende que sea tan voluble, tiene la Luna en Géminis. No puede tomarse nada en serio, ejemplo de discurso que usa la astrología para etiquetar y desvalorizar la experiencia emocional de alguien-.

 ¿Por qué este es un problema en la comunidad astrológica?

El conocimiento y la práctica astrológica de quién la ejerce, puede ser influenciada por los prejuicios, creencias, tabúes y un herido mundo emocional que no ha sanado. Si en ésta, el astrólogo aún no se ha dedicado a sanar, puede llegar a caer en un ejercicio de su labor distorsionado en donde el enfoque astrológico se vea envuelto en el determinismo, fatalismo, cayendo incluso en estereotipos psicologizados y prejuicios zodiacales, que alejan al consultante de la esencia primigenia que impregna a la Astrología.

Cuando el ego toma el control, la práctica astrológica deja de ser un camino de exploración y pasa a convertirse en un discurso inflexible, lleno de juicios, etiquetas, creencias obsoletas y tabúes cargados de estigmas y dogmas que enjuician nuestra percepción sobre esta noble disciplina y ese tema en particular que se desea abordar en la carta natal. Esto no solo limita el crecimiento del consultante, sino que también empobrece la práctica en la disciplina, alejándose de su principal función, añadiendo que, en lugar de fomentar un ambiente de aprendizaje abierto y colaborativo, estas actitudes crean jerarquías innecesarias que pueden llegar a desmotivar y excluir a quienes buscan adentrarse de manera más profunda en esta disciplina.

Esto puede generar diversos fenómenos que refuerzan una práctica centrada en el ego:

  • Distorsión en el propósito de la astrología: En lugar de ser una herramienta de autoconocimiento y evolución, se convierte en un instrumento de vanidad personal.
  • Conmoción en quienes buscan guía: Las personas que consultan la astrología pueden sentirse intimidadas, confundidas o incluso influenciadas por discursos autoritarios o fatalistas que día a día son más comunes en estas prácticas. Parecería irónico, pero hay Astrólogos que se alimentan de la conmoción de las personas.
  • Desprestigio de la disciplina: Cuando la astrología se usa con arrogancia o imposición, se refuerzan estereotipos negativos sobre su validez y utilidad.
  • Falta de apertura y diálogo: Cuando el ego del astrólogo predomina, puede generar una visión estrecha de esta disciplina. El ego tiende a crear una barrera entre el astrólogo y otros enfoques o corrientes astrológicas, y a menudo se rechazan las perspectivas que no coinciden con la visión rígida de quién práctica la astrología. Este rechazo al diálogo no solo limita el crecimiento personal del astrólogo, sino que empobrece la práctica astrológica en su conjunto.

Al caer en la trampa del ego, el astrólogo puede adoptar una postura autoritaria, creyendo que su interpretación es la única válida. Esto no solo interfiere con la posibilidad de enriquecer la práctica a través del intercambio y aprendizaje mutuo, sino que también disminuye la posibilidad de colaborar con otros colegas que podrían tener enfoques distintos pero igualmente válidos y útiles.

Cuando la astrología se practica desde el ego, deja de ser una vía de autoconocimiento y se convierte en un ejercicio de vanidad personal. Esto no solo afecta a quienes buscan guía, sino que también empobrece el conocimiento que brinda esta disciplina, al reducirlo a dogmas, etiquetas y discursos inflexibles. Para que el astrólogo practique una astrología profunda y con propósito, es crucial reconocer estos patrones nocivos para que pueda abrirse a una práctica más consciente, donde la humildad y el servicio sean los pilares fundamentales en su ejecución.

La Astrología es un sistema complejo que abarca múltiples dimensiones y perspectivas, lo que permite ser abordada desde diversos ángulos según el contexto y la necesidad del consultante. La verdadera riqueza de la astrología se encuentra en la capacidad de mantener una mente abierta para intercambiar ideas y de ser humilde ante el vasto conocimiento que la disciplina abarca. Ojo, esto no significa aceptar ciegamente todas las corrientes nuevas que salgan de las actuales modas tan cambiantes, sino reconocer y respetar la validez de diferentes enfoques, y estar dispuesto a aprender constantemente.

La astrología no es propiedad de nadie y puede beneficiarse enormemente de una diversidad de perspectivas que nos permitan explorar, comprender y aplicar sus principios de maneras que quizás no habríamos considerado por nuestra propia cuenta. Así, cuando el ego está presente, se convierte en un obstáculo para la evolución en la práctica y se vuelve un problema para lograr un diálogo enriquecedor entre colegas. 

La astrología es, de manera simbólica y energética, un campo amplio que permite una visión dinámica y holística de la persona, evento o situación en cuestión, donde no existe una sola «verdad» o una única manera de interpretarla, sino una variedad de enfoques que pueden ser explorados según la perspectiva del astrólogo y las necesidades del consultante.

Para finalizar esta primera parte, invitación a la comunidad astrológica

Reconocer estos problemas en la práctica astrológica, no es un ejercicio de crítica vacía, sino una invitación a revisar desde dónde practicamos y compartimos la astrología. Si queremos honrar la esencia primigenia que la impregna, es fundamental ejercerla con consciencia, humildad y apertura para reconocer nuestras propias limitaciones y trabajarlas. Solo así podremos contribuir a que esta disciplina siga siendo una herramienta de transformación genuina, en lugar de un reflejo de nuestras propias sombras no trabajadas.

La astrología, como ciencia simbólica y multifacética, es un vasto sistema de conocimientos que se nutre tanto de la tradición como de la innovación. Cuando decimos que es multifacética es porque la Astrología no se limita a un solo enfoque o interpretación. Es un sistema complejo que abarca múltiples dimensiones y perspectivas, lo que permite ser abordada desde diversos ángulos según el contexto o la necesidad del consultante.

Les invito a reflexionar sobre sus prácticas y a recordar que, como cualquier disciplina, la astrología requiere de un compromiso con la evolución personal. Mantener la astrología centrada en la consciencia, en el servicio y en la humildad es el camino para que siga siendo una herramienta legítima y poderosa de autoconocimiento, y no una extensión del ego. Que cada uno de nosotros, como astrólogos, seamos un canal puro para el aprendizaje y la expansión del alma y de nuestros clientes, sin dejar que nuestras propias limitaciones se proyecten en las cartas que interpretamos. Nos vemos en la parte dos, donde exploraremos las 5 prácticas que refuerzan la egotitis en el Astrólogo.

Sinceramente,

Octavio Del Río.

Please follow and like us:

También puede gustarte...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *